La historia del castillo
El castillo en la Edad Media
El castillo de Giomici es una fortaleza medieval del siglo XI, construida para avistar enemigos y defender el valle del Chiascio de los ataques de Perusa y Asís, enemigos históricos de Gubbio. Conservada en buen estado, cuenta con dos torres, algunas casas y la pequeña iglesia de 1154, que alberga frescos pintados entre 1200 y 1600, algunos de ellos de Matteo da Gualdo, un hermoso techo de madera y, detrás del altar, un telar al estilo de Della Robbia.
El primer documento escrito que menciona el castillo de Giomici data de 1160 y consiste en una bula imperial de Federico Barbarroja, quien asignó la propiedad del castillo de «Giomisco» al señorío de Asís y lo confió tres años más tarde a los señores Gabrielli de Gubbio. Durante la Edad Media, el castillo de Giomici fue protagonista de disputas armadas entre Gubbio, Perugia y Asís.
Cifras históricas
Por el castillo han pasado célebres personajes históricos, como Petruccio de Ciuccio de Villamaina que, en el siglo XIV, cayó defendiendo la torre ante el ataque de sus enemigos. Más tarde, en el siglo XIX, el bandido Cinicchia encontró cobijo refugiándose en los sótanos del castillo. Cinicchia es conocido como el «Robin Hood de Umbría» porque robaba a los ricos para dárselo a los pobres.
El castillo de Giomici pasó a manos de la familia Vagni en 1650, que sigue siendo su propietaria en la actualidad. La familia Vagni restauró el castillo y las granjas cercanas, conservando sus características históricas y arquitectónicas. Gracias a la misma familia, la torre de Petruccio de Ciuccio fue restaurada en 1944, junto con la pequeña iglesia, el palacio y las murallas circundantes.